domingo, 28 de abril de 2013

Tortilla de patatas "made in Spain"

Hoy mi peque y su papi son los que se han metido a la cocina y han hecho una estupenda tortilla de patata ¡¡¡ no hay nada como la tortilla!!! (typical Spanish). Bueno, en realidad han hecho dos, una de patata y otra de patata y cebolla (no se por cual decantarme pero he de reconocer que la de cebolla estaba mejor)


Yo he estado de reportera para poder plasmar con imágenes todo lo que acontecía en mi cocina y la verdad me he reído un rato.

Lo que vas a necesitar:
  • 1 Kilo de patatas
  • 8 huevos
  • 1 cebolla
  • paciencia y buen hacer con la sartén

Elaboración:

Se prepara un bol con agua y se van metiendo las patatas a medida que las vamos pelando (con el fin de que no se oxiden si la tarea nos lleva un rato). Por otro lado trocea la cebolla también a cuadraditos pequeños y se ponen a dorar en una sartén con abundante aceite.



Mientras tanto pica las patatas en dados, sazónalas y añádelas a la sartén. Le deberemos añadir sal al gusto, aunque sin pasarnos, es mejor que la tortilla quede sosa a que quede salada.


La idea es que la patata quede blandita y coja el sabor de la cebolla. La razón de que los cuadraditos de patata sean pequeños es que así resultan más fáciles de freír y una vez nos pongamos con la tortilla sea más fácil que cuaje con el huevo. Cuando las tenemos en su punto, conviene dejarlas sobre un plato en el que, previamente, habremos colocado papel de cocina. Nuestro amigo, el papel de cocina, absorberá bastante aceite y con su ayuda evitaremos un aumento innecesario de calorías. No voy a decir que el papel de cocina vaya a suponer que la tortilla se convierta en un plato de dieta de adelgazamiento, pero por lo menos podemos reducir el impacto sobre caderas y barrigas. Amén de resultar útil para que la tortilla no quede aceitosa.




Ha llegado el momento de batir los huevos, el momento de mayor disfrute, pues una vez hecho esto, podremos contemplar con orgullo todos los ingredientes dispuestos a unirse en el mágico resultado que es la tortilla de patatas.


Prepara dos recipientes, bate en cada uno 4 huevos. Agrega en uno la mitad de las patatas, y en el otro la otra mitad y la cebolla y mézclalo todo bien (lo de mezclar cosas a los niños les encanta)




Ahora tenemos que preparar la sartén para la importante tarea. Para esta parte es hora de que los peques se retiren y ya nos dejen hacer pues esto es tarea de mayores...

Ponemos un chorrito de aceite en el centro de la sarten, que extenderemos para que ocupe toda la superficie de la sartén con la idea de que nuestro mezclujo de huevo, patatas y cebolla no se pegue. Recordad: La peor pesadilla es que, al dar la vuelta a la tortilla, parte de la misma se quede adherida a la sartén.




IMPORTANTE: si pones el fuego demasiado fuerte el huevo se quemará y la tortilla no se hará por dentro. La decisión respecto a la intensidad del fuego dependerá del grosor que pretendamos. Cuanto más gruesa sea la tortilla, más tiempo hay que darle y por tanto menos fuego. Conviene ir moviendo la sartén y la tortilla para que no se pegue. Un movimiento seco suele ayudar a ver cómo van las cosas en el lado oculto.

Ahora entra el aspecto del gusto. A mucha gente le gusta la tortilla muy bien hecha, casi apelmazada. A otros les gusta correosa, que el huevo no esté demasiado cuajado en el interior. Lo que sí debe quedar es uniforme, redondita, hecha por sus costados, y con un ligero toque tostado. Tendremos que separar un poco los bordes para ver cómo va quedando.

Llega el momento crucial: la temida “vuelta a la tortilla”. Todo lo que hemos hecho hasta el momento dependerá de un plato que cubra la totalidad de la sartén y de la habilidad de nuestras muñecas. Los aztecas tardaron siglos en perfeccionar esta técnica. La idea es poner el plato sobre la sartén, aguantar el plato con la mano tonta (la izquierda para los diestros, la derecha para los zurdos [no hay recomendaciones para ambidiestros]), elevar la sartén y darle la vuelta a la tortilla sobre el plato. Es en este momento cuando podremos suspirar aliviados al ver como se manifiesta la perfecta forma, o gruñir impotentes porque el centro de la tortilla se ha quedado pegada a la sartén. Supondremos que ha ocurrido lo primero: suspiramos con alivio.

Ahora tendremos que deslizar la parte de la tortilla que no está hecha sobre la sartén. Tranquilos, está hecho. Sólo hay que esperar un poco a que cuaje el otro lado y, “Hey pressto” … tenemos una tortilla de patatas.



Es hora de abrir una botella de tinto (a no ser que la hayamos abierto ya para acompañarnos en la dura labor) y de disfrutar de un momento de triunfo.

domingo, 7 de abril de 2013

Torta de naranja


Aprovechando que está mi madre en casa pasando unos días de vacaciones nos hemos metido en la cocina para que me enseñe una receta con la que ella siempre triunfa y que es ideal para el tentempié o la merienda de nuestros peques, muy nutritiva y con ingredientes 100% naturales. Había visto hacerla infinidad de veces pero nunca la había hecho.

Lo que vas a necesitar:

En esta ocasión la medida no es en gramos sino que es la de un vaso de tamaño normal (de los que se utilizan para agua)

1 vaso de zumo de naranja recién exprimido (para lo que necesitaremos 3 naranjas)
1 vaso de aceite de oliva
1 y 1/2 vasos de azúcar
3 vasos de harina de trigo
6 huevos
La ralladura de una naranja
1 sobre de levadura 

     


Elaboración:

En un bol profundo se echan los 6 huevos y los batimos bien, después incorporamos el vaso y medio de azúcar y seguimos batiendo. Ahora echamos el aceite seguido de la harina y por último incorporamos la ralladura de la naranja y un sobre de levadura. Lo batimos todo muy bien.

Precalentamos el horno a 180º durante 10 minutos.

Preparamos un molde para verter el contenido, eso ya lo dejo a elección de cada cual ya que mi madre por ejemplo utiliza uno redondo con un agujero en el centro y la verdad queda muy bonito una vez que lo sacas del molde. Yo lo he hecho en una fuente de cristal ya que no disponía de otro para esta cantidad que hemos hecho y lo he cubierto de papel de aluminio para evitar que se pegue. Mi madre por ejemplo al molde le frota mantequilla y lo espolvorea con un poco de pan muy rallado. De esa forma no se pegará jamas.

Es hora de meterlo al horno a 220º unos 40 minutos. La mejor manera de saber si ya está es meter un tenedor y si sale limpio es que ya está listo. Infalible!!!

Ni que decir que a la peque le ha encantado su merienda de hoy, estaba buenísimo.